
Mg. Gustavo Ángel Riesgo
Universidad de Buenos Aires.
Universidad Austral.
Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino.
ORCID 0000-003-3690-050

I’m sorry Dave, I’m afraid I can’t do that…¹
El primer recuerdo concreto que tengo -o la imaginación de este como primer recuerdo-, que quizás también sea compartido por muchos de mi generación, es la transmisión televisiva de la misión Apolo XI y su alunizaje en una escala de grises tan borrosa como asombrosa. Esta memoria es un evento en el que coinciden dos dimensiones aspiracionales y constitutivas: tecnología y exploración espacial. Pocos años y varias enciclopedias después, podía dibujar diagramas simplificados de inserción orbital o comprender un glosario técnico de astronomía y astronáutica básica.
Invierno de 1976, en un enorme dormitorio helado, bajo la tenue luz amarilla del viejo velador, me asomo por vez primera a las páginas de 2001 Una Odisea Espacial. El libro, sostenido apenas con la punta de los dedos por fuera de las frazadas, no opera únicamente en el subgénero que el título me anticipara. Es que no sólo se manifiesta como una crónica de viaje espacial con ingredientes de ciencia y ficción a lo Verne, Bradbury y Asimov sino que se revela como mucho más. La emoción de la exploración celeste se ve superada por la fascinación -y el temor- por algo más atrayente y ominoso. La imponente presencia de un computador, tan asombroso como misterioso, domina la experiencia nuclear de esta lectura que se tornará recurrente por muchos años consecutivos.
Mi descubrimiento de la “inteligencia artificial” como tema se inicia con un nombre propio: HAL Serie 9000. El encuentro casual con HAL y su extenso universo se torna para mí en un nuevo acontecimiento originario que desplaza -aunque no anula- el interés cosmológico. Y se va desplegando luego en incontables relecturas y persecuciones bibliográficas deviniendo también de vocación a profesión. Durante ese tiempo, el cuestionamiento inicial se transforma en permanente: ¿Es posible construir una “superinteligencia”?
Más de cuarenta años después, la misma pregunta y sus colaterales sorprenden por su portentosa actualidad y presencia en una cultura global. La consecución técnica y profundización filosófica me han conducido a un intento de respuesta interdisciplinar igualmente fruto de la síntesis personal. Esta Filosofía de la Inteligencia Artificial no la presenta alguien muy distinto de ese mismo niño, con algunas herramientas académicas más pero con el mismo espíritu, nunca mejor apuntado que por el gran Rilke:
Ich lebe mein Leben in wachsenden Ringen,
die sich über die Dinge ziehn.
Ich werde den letzten vielleicht nicht vollbringen,
aber versuchen will ich ihn.²
Puede que este giro no complete el último círculo… Pero habré de seguir intentando.
¹ Stanley Kubrick, y Arthur C. Clarke. 2001: A Space Odyssey. Definitive Script. 1966. 1h40’38”.
² Rainer Maria Rilke. Das Stundenbuch. Erstes Buch. Das Buch von Münchischen Leben. (1899), Leipzig: Insel. 1955. p.9



Estudiante vitalicio y asombrado crónico.
Es argentino, casado, tres hijos. Acredita más de treinta años de experiencia en economía del conocimiento, desempeñándose como consultor en inteligencia de negocios y ciencia de datos para corporaciones en Europa y las Américas. Posee una sólida formación técnica con base teórica y práctica en computación e Investigación Operativa y Sistemas (UTN, ARG) complementada con posgrados en ciencia y PhD de especialización en inteligencia artificial (UC, USA). Es también Licenciado en Filosofía con Posgrado de Especialización en Pensamiento Medieval (UNSTA, ARG).
Es Master en Filosofía con Orientación a las Ciencias Naturales y Cognitivas por la Universidad Austral con la tesis sobre IA Generativa: Entender o Calcular. Aspectos Cognitivos del Procesamiento de Lenguaje Natural. Ha recibido becas de perfeccionamiento académico de la Fundación Arché de Altos Estudios Antropológicos (University of California, USA); Earhart Foundation (Aquinas Institute, Blackfriars Hall, University of Oxford, UK) y John Templeton Foundation (Instituto de Filosofía, Universidad Austral, ARG).
Su relación con la IA ha evolucionado hacia una síntesis personal reflejada en la "Filosofía de la Inteligencia Artificial", área en la que fue pionero como fundador y titular de la primera cátedra de esta disciplina en Latinoamérica.
Candidato a Doctor en Filosofía en la FFyL de la Universidad de Buenos Aires por el trabajo de investigación titulado Tiniebla Hiperluminosa. Tradición, fuentes y originalidad en la Metafísica de la Luz de Dionisio Areopagita. Participa del Posgrado de la U. Austral con su investigación doctoral: Filosofía Natural de la Inteligencia Artificial. Realidad y Representación en la Mímesis Computacional.
Fundó y dirige la Fundación Areopagiticum (CABA, ARG) dedicada al estudio del Corpus Dionysiacum y la aplicación de inteligencia artificial a las Humanidades Digitales (LUMERA).
Actualmente, se desempeña como profesor titular universitario de tiempo parcial, es profesor invitado, expositor y conferencista en el IAE de la Universidad Austral, la Universidad Católica Argentina, la Universidad del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires; la Universidad de Montevideo (Uruguay), la Pontificia Universidad Católica de Perú y la Universidad Católica de San Pablo de Arequipa (Perú) y la Universidad Católica de Asunción (Paraguay).
Es traductor y autor de artículos y libros en su especialidad. Reviste como miembro activo de comisiones nacionales e internacionales para el desarrollo de la IA entre ellas: CESSI-HUBia (Argentina), ALETI (Latinoamérica) y en la organización mundial de informática WITSA (AI Task Force).